viernes, 23 de septiembre de 2011

Deja vú...







La mañana comenzó como es rutina,
el aroma del café despertó tres de mis sentidos,
pero nisiquiera su amargo sabor me liberó
del  dulzón perfume de tu semen.

Preparé el desayuno sin ganas, sin fuerza alguna,
mis piernas aún temblaban,
las sábanas húmedas eran testigo mudo
campo de batalla muerto,
eco de gemidos...

El cuerpo entero gritaba sensibilidad
emanaban rosas por entre mis piernas,
gotas de rocío de la madrugada intensa
que inventamos entre tu existencia y mi ser.

Por el momento la amnesia me abandonó
y por instantes como flashes,
como tráiler de una película
sin título ni trama,
vienen a aturdirme recuerdos fugaces,
de la oscuridad y tu cuerpo sobre el mio.

Un beso que inició un juego inocente...
¡Flash!...estoy contra la pared,
rompes mi blusa, muerdes mis labios,
mi pierna roza tu pene...
bajas tu cremallera...
gemidos...respiraciones densas...
oscuridad....
¡Luces!
Ropa en el suelo
mis piernas rodean tu cadera,
mis pechos en tus manos....aún me besas....
Oscuridad!...

¡Ahhhhhhhhh!
Jadeos, movimientos desenfrenados contra mi vientre...
me penetras lentamente una y otra vez....
la oscuridad vuelve nuevamente.

Me siento sobre el sofá
para reponerme de este deja vú barato,
sorbo a sorbo el café pierde su amargura...
tu sabor se disipa...

Oscuridad...ahí viene de nuevo!

Ahora estoy sobre la mesa...
tú de pie...hermoso como siempre, perdiendo el control
poseyendo el sueño postergado...

¿Nos conocíamos ya?
No te buscaba, pero al fín te encontré, murmurabas
La madera cruje y nosotros también,
pero el calor no desaparece
y el fuego parece no querer extinguirse...

Afuera llueve...y tu llueves sobre mí...

Oscuridad de nuevo....¿cuando terminará?

Un relámpago ilumina tu rostro
y tu silueta que imita el vaivén de las olas,
sobre la cama ahora yaces entero en mí...
besos dulces, caricias tiernas, palabras eternas..
mis caderas bailando al ritmo de tus caderas...

Tu cuerpo tiembla,
mi alma vibra,
el gemido se convierte en grito,
lluvia ardiente sobre mi pálido vientre.

Tendida, agotada sobre el sofá,
recupero el aliento
temblorosa y húmeda me incorporo
poco a poco.

Una voz conocida me regresa de golpe a la realidad...
el ruido de la ducha me hace desconfiar
¿esto ha sido una alucinación o fue verdad?

Abro la puerta, el vapor me abre camino
revela tu cuerpo desnudo
tu sonrisa cálida y coqueta
me da los buenos días,
tu mano generosa me invita a acompañarte...

Y sin pensarlo ya estamos de nuevo en este sueño irreal...
los pensamientos me torturan..
¿Eres solo uno de mis sueños húmedos?

Tu lengua maldita me impide seguir pensando...

Por ahora me envolveré en tu piel
y dejaré que este deja vú
se repita una y otra vez...








(Hernán Darío Blair T.)

POEMA 22
Esto que te advierto mujer es serio
así no puedas escuchar mi tono amenazante:
no vuelvas a ocupar mi cuarto
porque no respondo por mis actos.
De seguro te tomo entre mis brazos
te levanto
te cargo
te meto en mi cama
y te desvisto
me acuesto a tu lado
y te descubro
te recorro
te palpo
te conozco
aprendo de memoria las formas de tu cuerpo
y te beso de los pies a la cabeza.

(Posiblemente yo me gaste la noche de este modo).

Sin duda alguna te leo mis versos
y te canto los cantos escritos en tu nombre.
Luego suprimo mis palabras
y simplemente te amo
te acaricio
te penetro
espero a que te duermas
y te siento cerca.

(Posiblemente más tarde yo también me duerma).

Cuando amanezca te susurro un hola
y te ofrezco la promesa
de no hacerte
-nunca más-
esta advertencia.



Magníficos encuentros....magnánimas sensaciones, un enorme placer el escuchar tu aliento...madrugadas carmesí como éstas no se olvidan...Hombre...haz descubierto a la Mujer en mí...

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