martes, 24 de julio de 2012

Todo vuelve, menos tú...





Y no es que te espere,
no, que va.

Que no voy por las calles buscando tu rostro en los extraños
y sonriendo timidamente. Ya sabes, de lado, evadiendo la mirada.
Subiendo la ceja izquierda.

Y no es que  piense en tí,
cuando la tarde va cayendo y no apareces.

Y no es que me levante como relámpago cuando suena el teléfono
y al ver el identificador mi garganta rompa en decepción.

Y no, no me tiro en la cama, sollozando la soledad de mis sábanas,
que no te conocen y sin embargo echan de menos tu humedad.

No, no es que te espere en la puerta con la copa en la mano,
el vestido de gala, el perfume en el cuello, la lencería blanca.

Y mucho menos alzo la mirada el cielo en las noches estrelladas
preguntando: ¿Dónde estás?

No, no espero una estrella fugaz para pedir que en un ¡chaz! aparezcas a mi lado

Y no es que espere que al ducharme llegues por detrás y me laves la espalda,
y tus manos me moldeen como fina porcelana.

No espero nada,
 no te espero en el salón sentada hasta que las velas se apagan.

Y no es que espere que leas estas líneas
de una niña solitaria que ha esperado
por tu abrazo cálido, tu sonrisa amplia...

No espero...y sin embargo sola estoy aquí...
con el tiempo de sobra para no perder la esperanza...

Aún es temprano, alguien viene doblando la esquina,
agito los brazos, quizás me responda...













Dicen que la esperanza es algo peligroso, que la esperanza puede volver loco a un hombre...
Que puedo decir, si he perdido la razón...he perdido la cabeza....y aún espero!   Aún creo en la fina luz dentro de mi que me dice manten la esperanza, que aún no muere, solo descansa...




Un beso hasta donde estés, aunque sé que no lees estas líneas de una mujer que no necesita cerrar los ojos para soñarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario