viernes, 14 de octubre de 2011

Lluvia y saliva...




Hoy en tu piel encontré vestigios de humedades previas...
reposabas frágil, simple, llano y sublime,
un aura encendida cubría tu cuerpo,
diamantes de sudor brillaban en tu frente.
Tu sexo agotado definía el concepto de una embestida anterior.

La noche era fría, pero nosotros la convertimos en madera ardiente,
la luna encendida en mis ojos se reflejaba en los tuyos...

Apenas unos minutos atrás llegaba a casa cansada, mojada por una lluvia inesperada,
me recibiste con una toalla tibia y un beso tierno en mis fríos labios.
-Estás empapada déjame secarte.
Mi blusa blanca se ajustaba a mis pechos adoptando mis formas.
Mis pezones estremecidos, anunciaban una peligrosa reacción en tu pantalón...

Mi cuerpo temblaba por el álgido clima,
y tu....tratando de contener las ganas, mordiendo tu labio inferior,
yo, en el fondo sabía que no deseabas nada más que lanzarte a mi vientre,
lamerlo y beber de él...arrebatar mi blusa y morder mis pechos duros.

Pero, aunque el deseo te consumía, mantuviste la calma.

Desabotonaste con paciencia mi blusa, dejandola caer,
bajaste mi falda recorriendo mis caderas con tus dedos,
mi cuerpo se estremecio con más fuerza.

Admiraste mi silueta desnuda unos segundos....suspiraste.
Yo ardía para esos momentos, el frío se disipó, ahora el deseo provocaba mi temblor.

Magistralmente te deshiciste de mi sostén, y pude darme cuenta que el pantalón
te incomodaba....la cremallera estaba por sucumbir,
tomaste entre tus dedos mis pezones, formando circulos, apretando mis pechos,
sabía que me deseabas más que nunca...un líquido denso bajó desde mi interior
hasta mis panties.

Llevaste una mano a mi cuello, acariando mi rostro y susurraste:
-Déjame amarte, quiero convertirme en tu piel, olvidate de tí, dejemos
de ser solo seres carnales....fundete en mí.

Mi corazón latía fuerte, mirandote a los ojos solo pude decir:
-¡Fóllame ahora!

Respondiste con un beso frenético, sentí tu lengua ahogar mi garganta
mientras me arrastrabas a la mesa,
te despojaste de tu camisa, los jeans cayeron después,
dejándo a la luz tu sexo brillante y efusivo.
Rasgaste mis panties, me me colocaste de espalda a tí,
apoyé mis codos en la mesa, sucumbiendo a tu deseo, dándole la bienvenida al frenesí.

Y sin más preámbulo me penetraste ...
exhalaste aliviado, yo emití un gemido...

Y ahí ante las cosas comunes, las sillas, las fotografías, la decoración,
nos rendimos a la pasión de sentirnos dueños del universo y sus misterios,
al oleaje de tus caderas,al fundirse nuestros alientos.

Ibas y venías,
mi vientre te aprisionada y te liberaba
y éramos un solo cuerpo, un solo sentimiento.
Besabas mi espalda, lamías mi cuello, sujetando mis hombros para marcar más fuerza a tu ritmo.
Saliste de pronto
comenzando un camino sinuoso, prohibido, quebrantando tabués,
pero eso no te contuvo,
llevaste primero un dedo húmedo por tu saliva.....después dos.

Sensaciones extrañas...
sensaciones perversas....
sensaciones placenteras...

Muy despacio introduciste tu pene,
con ternura, con calentura....fue un dolor fascinante
un extraño placer ....indecente, inexplorado.....inexorable.

Entre besos y caricias suaves se disipó el desconcierto
y mi interior te reconoció.
Ahora jadeabas más...pude sentirte más entregado, profundo....sincero,
me perdí completa en tus manos, en el calor que generabamos,
en el ir y venir,
en la luz y la oscuridad,
en el dia y la noche, contemplando la eternidad,
tu cuerpo chocaba contra el mio,
el calor subio hasta mis mejillas,
te gritaba, te rogaba, pedía más de tí,
quería fundirme, ser tu piel, tu voz, tus ojos,
ser saliva y lengua,
garganta y entrañas.

El moviento de nuestros mares iba en aumento, tus dientes clavados en mi hombro
profetizaban un clímax fulminante,
el ajetreo frenético me hizo perder la conciencia por instantes,
presionaste mis pechos acercandome a ti ....y te convertiste en volcán en erupción
derramando semen en mis vísceras ,extasiando por completo nuestros cuerpos.

Todavía rodaba tu fragancia por mis piernas, cuando tomandome por la cintura
y besando mi cuerpo, me guiaste a la cama...me tumbaste en ella y te lanzaste a mi sexo...
lamiendo, chupando....besando...
tu lengua hábil, se convirtió en la poseedora ambiciosa de los orgasmos  arrebatados de mi vientre.

Surcabas mi valle, mordías suavemente y la sumergías en la profundidad antes habitada por tu sexo salvaje.

Una bomba dentro de mi vientre estalló...reventé en placer,
bebías mi néctar, cual si fuera bendito....fue un instante infinito.

Me repuse un poco y frente a tí ofrecí mi boca a tu erección.
Fui lenta y perspicaz, solo pensaba en disfrutarte y hacerte disfrutar..
sujete tu pene. lo lamí de a poco,
un poco de lengua, saliva en demasía,
mi mano imitó la tuya y sentí como crecías más en mi boca.

Comencé el camino que te lleva a la locura,
arriba, abajo,
dentro, fuera....lento....húmedo,
saboreando tu olor, tu textura
la firmeza que me ofrecías.

Tu cuerpo tenso producía más excitación al mio,
más vehemencia para mi lengua
te lleve hasta la frontera de mi garganta,
aquella asfixia instantánea me llevo a humedecerme de nuevo.
Lengua, mano, boca...fueron una.
Tensión, gritos, semen derramado entre mis comisuras,
bebí tu perfume mientras te rendías a la dulce sensación de
haber sido poseido y  ser poseedor.

Caimos rendidos en el inmenso mar de un universo etéreo,
sellamos con un beso este pacto secreto de pertenecernos en silencio
sin etiquetas, sin firmas ni sellos.

Y entre los vestigios de la humedades previas...
tomé una fotografía mental , de la hermosa imagen
del hombre que por instantes fue completamente mío.










Tarde lluviosa...evocando recuerdos jamás vividos....carmesí?....por ahora no.




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